
Autora:Letra Z
Osvaldo no tenía muchos amigos, en realidad no tenía ninguno. Para Osvaldo los otros niños eran un poco tontos porque nunca se daban cuenta de nada. A él, sin embargo, le encantaba pasar el tiempo con un gato que merodeaba por el jardín de su casa. Le había llamado “PasteldeCrema” porque era muy blanco, blando y esponjoso.
Un día Osvaldo estaba jugando con “Pasteldecrema” y una niña se acercó y comenzó a acariciar al gatito y a decirle cosas.
- Es mío-dijo Osvaldo- se llama…Pero la niña le interrumpió.
- Adiós, gatito- dijo, y se marchó de allí caminando alegremente.
Osvaldo permaneció quieto un buen rato mirando cómo se alejaba. Y se puso a llorar. Nunca nadie notaba su presencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario